jueves, 23 de julio de 2009

HISTORIA y MEMORIA

(1897-1960)

Fue un hombre que fue muchos hombres a la vez: periodista, bibliotecario, historiador, jurista, diplomático, legislador. Pero ante todo fue un maestro. Por eso, cuando Alfonso Tealdo, que lo admiraba y fue a conversar días antes de su partida a España en 1948 -en la que se convertiría la mas celebre entrevista de la prensa peruana- le reclamó con puntual apremio: ¿Por qué no termina sus libros Raúl Porras? ¿Por qué no culmina sus estudios sobre los satíricos, la biografía de Sánchez Carrión y la vida de Pizarro?  "Los libros de un maestro son sus alumnos", respondió el historiador-embajador. Pero su magisterio, mas allá de sus libros y su labor docente, perdura  también en su palabra oral; aquella que siendo representante por Lima pronunció en el Hemiciclo del Senado (que ahora lleva su nombre). A continuación, una selección de fragmentos extraídos del libro "Raúl Porras Barrenechea, Parlamentario", editado por el Congreso de la Repúblia del Perú.


“Dice el clásico helénico (Plutarco) que alguien en Grecia quiso desterrar a Arístides, que era el hombre más justo que había en Grecia. Y la forma de determinarlo era escribir el nombre del presunto desterrado en una concha, lo que en criollo tendría una significación especial. Y entonces, el propio Arístides, que iba por el campo, se encontró con un labrador. Y el labrador le preguntó si sabia escribir y el respondió que si. Entonces escribe un nombre. ¿Qué nombre?. Arístides. Entonces Arístides le preguntó si él le había hecho algún agravio. Y el labrador dijo algo que puede aplicarse al doctor Bustamante: Ninguno. Ni siquiera le conozco, sino que estoy fastidiado de oír continuamente que le llamen El Justo”.

“El inca Garcilaso, hermano mayor de todos los que padecen la inteligencia en el Perú dijo que el Perú era madrastra de sus hijos y apasionada madre de los ajenos. Es necesario cambiar ese destino adverso del Perú. Es necesario que todo aquel con capacidad intelectual, técnica o artística ocupe el puesto que le corresponde y no sea desplazado por el capricho de un tirano cualquiera, y es necesario que las generaciones del Perú aprendan a sentir que hay una conciencia democrática, un espíritu jurídico, un sentimiento del deber, y que las únicas soluciones no son las de la violencia y de la sangre, y que debemos formar y propiciar todos un frente común contra la arbitrariedad, contra la fuerza y principalmente, algo que es indispensable para elevar el nivel moral del Perú, que las nuevas generaciones no sientan el agravio de creer que en el Perú el peor negocio es la honradez”.

“Por desgracia, el Perú es un país de historia. Donde quiera que la azada del labrador y el pico del alarife se hunde en la tierra, se encuentra escombros históricos”

“Hay que decirlo muy alto, el Ejercito es la única fuerza social organizada que hay en el Perú. El Ejército realiza, indiscutiblemente, una función democrática, nacionalista y educativa de primer orden, tanto en la sierra como en la selva del Perú. El Ejercito debe tener un papel preponderante en la defensa nacional, a condición de que no se le convierta en un partido”

“En Lima,…se dan nombres trágicos, como que la avenida Salaverry está cruzada por la avenida Santa Cruz, que fue aquel que mandó fusilar a Salaverry”

“Desde Prescott se ha hecho una serie de paralelos entre el pueblo chino y el pueblo del Perú, o sea entre la vieja civilización china y la civilización del Tahuantinsuyo. Tuvieron ambas el mismo aislamiento geográfico y semejantes condiciones raciales. Ambos pueblos rindieron culto al sol y se proclamaron hijos del cielo y la tierra. En el orden del trabajo y de las formas sociales, destacaron en las artes menores y pacientes, crearon ritos y ceremonias agrícolas afines y una forma depurada de cortesanía, de ceremoniosa obediencia, disciplina y respeto a la jerarquía. El carácter chino y el peruano parecen provenir de un fondo atávico común; por eso, quizás, la colonia china y el pueblo chino, fue, es, uno de los grandes pueblos que han contribuido al desarrollo del Perú, tienen un profundo arraigo en nuestra patria”

“La influencia de Inglaterra se demuestra en la época republicana, primero, en el campo político y más tarde en el económico, principalmente en el comercial e industrial. Los autores ingleses y filoingleses importados en la última época colonial, principalmente Locke, Bentham, Stuart Mill, y sobre todo Montesquiu, panegirista de la Constitución inglesa, son admirados y aprendidos de memoria por la mayor parte de los políticos y doctrinarios peruanos. Se proyecta así sobre el Perú el viejo aliento democrático de la antigua Inglaterra, que arranca desde la Carta Magna, del 19 de junio de 1215, obtenida por los barones feudales en la Campiña de Runnymede, a orillas del Támesis, y en la cual se estableció ya, en el siglo XII, que el rey y el gobierno están sujetos a la ley, que hay una ley superior a los gobernantes y a los gobernados, que nadie puede alterar o abolir. Desde aquel entonces, un rey no tenía derecho a gobernar a su antojo, sino con arreglo a la ley.

La ley estuvo, pues, por encima del monarca. Esta norma se reafirmó y perfeccionó en la Petición de Derechos de 1628 y con la Declaración de Derechos de 1689. Y de estos actos, de esta actitud del pueblo ingles en conjunción con sus monarcas, en una profunda unidad entre pueblo y gobierno, es que surge la democracia parlamentaria y liberal, la división de los poderes, la sensibilidad del gobierno a la opinión pública, en fin todos los principios humanitarios de la democracia parlamentaria y liberal, que fueron primero imitados por las constituciones de Massachusetts y de Virginia, luego, por la Constitución francesa, y, por último, por todas las constituciones hispanoamericanas”.



“Los latino americanos, los peruanos que amamos a Francia, sentimos que ella es algo insustituible y eterno, que pertenece al acervo de la humanidad y que el magisterio de la inteligencia en el mundo pertenece a un pueblo que pudo señalar los más altos caminos de salvación al pensamiento humano con sus derroteros lógicos y a la moral con sus postulados éticos, porque escribió el Discurso del Método y la Declaración de los Derechos del Hombre”.

“La democracia es esencialmente discusión, es esencialmente colaboración crítica; democracia es perseguir el bien común y el bienestar general y no perseguir a otros peruanos…es libertarse de un complejo de enemistad y de temor.

El Parlamento es el gobierno por medio de la discusión. No consiste la acción parlamentaria en presentar una serie de proyectos necesariamente mal estudiados, sin una relación de coherencia y planificación entre sí. La iniciativa en materia legislativa corresponde preferentemente al Poder Ejecutivo que tiene en sus manos todos los medios de información requeridos para estudiar los proyectos y presentarlos. Los dos poderes típicos correspondientes al Parlamento son: la discusión de las reclamaciones y el poder de solicitar informaciones”

“No hay duda de que la política internacional del Perú está dictada por su posición geográfica. Ocupamos una posición central en América, y esa posición central, que nos hace cruce de todos los caminos culturales y también militares de América del Sur, ha determinado el destino defensivo del Perú y al mismo tiempo su posición centralizadora y orientadora de la solidaridad americana.

…El Perú ha recogido una enseñanza histórica: la que debe tratarse de evitar toda emulación de poder y de preponderancia entre estos pueblos y buscarse la solidaridad y la comunidad en el pasado cultural, en la coordinación de sus intereses económicos y en el equilibrio político y económico"”

“Hay que evitar entonces al Perú, ahora y siempre, el gobierno de los millonarios, que tienen el corazón a la izquierda y el bolsillo a la derecha. Y no debemos confundir el lucro de las gentes con el progreso del Perú. La prosperidad de los banqueros no es la prosperidad del Perú. No puede haber, en realidad, convivencia con situaciones de profundo malestar social…Mientras de un lado existan fiestas, banquetes y privilegios feudales y de otro lado, mugre, barracas y lodo para el pueblo”.

“Debe tomarse en cuenta el pensamiento de las mayorías y de las minorías, ya que según Schiller, las mayorías no tienen sentido. La razón siempre a pertenecido a unos pocos”

“El señor Castañeda, después de hacer algunas disquisiciones brillantes sobre historia universal y sobre la decadencia de Occidente, ha dicho que el Presidente de la República ha hecho bien y que el ministro de Relaciones Exteriores ha hecho mejor. Yo respeto esa opinión. Pero considero que esa opinión coincide un poco con la del barbero de Piura, cuando se trataba de imponer la Constitución Vitalicia, de quien refiere don Manuel Lorenzo de Vidaurre que reunió a un grupo de ciudadanos, muy semejante al que nos rodea actualmente, y preguntó a sus compañeros:¿ Entienden ustedes lo que dice la Constitución?. Contestaron: No. El barbero dijo: Entonces debemos firmar la Constitución”.

“ Puede decirse con justicia y lo he dicho otra vez, que el Perú realizó en la Amazonía una obra ciclópea: el descubrimiento de todos los ríos altoamazonicos y los orígenes del Marañón, el trazo de las primeras cartas, con el conocimiento de la navegabilidad de los ríos, el establecimiento de pueblos y ciudades, el estudio de la naturaleza y del hombre son obras suyas. Donde hay en la Alta Amazonía una embarcación a vapor, una escuela, un apostadero, un arado, una antena o un mástil, es que el Perú ha llegado con su vieja fuerza civilizadora. De ahí provino, más que de las viejas cédulas coloniales, la invisible fuerza de nuestro derecho que brotaba de la tierra y de los nombres heroicos. Podemos, por esto, decir con orgullo que, no obstante, todas nuestras equivocaciones o desorientaciones nacionales, la mayor obra en común que hemos realizado en el Perú, sin desfallecimientos y sin apostasías, ha sido la colonización y civilización de la región amazónica”.

“Sustancialmente, creo yo, que el defecto capital de nuestra democracia y de casi todas las democracias sudamericanas, es el de la falta de adaptación entre las leyes importadas o copiadas del extranjero y nuestra compleja realidad étnica y social, entre la democracia ideal y la irrisoria democracia vivida”

“El peruano, el peruano oprimido, el de la cruel servidumbre, el de la indolencia de esclavo - como dice la deprimente estrofa del Himno Nacional – olvidándose de muchos ejemplos de varonía y civismo, tiende a buscar la moral de la tranquilidad y del acomodo, con un espíritu, sobre todo, de aquiescencia, de aceptación de los hechos que, según los sociólogos modernos, es señal de un estado primitivo, de barbarie, porque lo que caracteriza precisamente a los pueblos civilizados, a los pueblos evolucionados, es la lucha constante por el derecho”.

“Sabemos bien que el hombre peruano es tolerante y compasivo; que, como el español analizado por Ganivet, preconiza la justicia pura y la norma perfecta en el momento en que dicta la ley, pero luego al aplicarla se compadece y se olvida de las víctimas; y que la piedad reemplaza, por lo general, entre nosotros, a la justicia”.

“Yo no creo en el Estado, yo creo en el pueblo y en la obra que se realiza desde abajo, desde la raíz, porque es el pueblo el que ha hecho siempre las grandes obras del mundo”.

“Es necesario que al pueblo, representado típica y simbólicamente por Sancho Panza, no se le diga todos los días que no puede comer de tal cosa o que no puede comer de tal otra, porque le hace daño; siempre tenemos un Pedro Recio que está al lado del pueblo para decirle que no le conviene tales viandas porque unas son calientes y otras son húmedas, que al final el pueblo tiene que repetir lo que decía el pobre Sancho Panza: Pero señor, al fin y al cabo lo que yo tengo es hambre”.

 

1 comentario:

Beralia dijo...

Muy divertido e interesante ^^